03/02/2016 Crónica – Nota – Política – Pag. 7
Se cuestionan obviedades
Pablo Tonelli Diputado Nacional PRO
Algunos dirigentes opositores han pretendido menospreciar la gestión del presidente Mauricio Macri afirmando que “gobierna por decreto”. La afirmación es una obviedad y toda una verdad de Perogrullo. Porque el Presidente, efectivamente, gobierna y se expresa mediante decretos, así como el Congreso se expresa mediante leyes y los jueces lo hacen mediante sentencias.
De manera que el hecho de que el Presidente “gobierne por decreto” es lo más normal del mundo y lo más respetuoso de la Constitución Nacional que se pueda concebir.
Existen distintos tipos de decretos que el titular del Poder Ejecutivo puede emitir, entre los que sobresalen, por las polémicas que suelen generar, los DNU o “decretos de necesidad y urgencia”.
Suelen generar polémicas porque son decretos por su forma pero tienen contenido de ley, es decir, tratan sobre una materia de competencia del Congreso.
Han existido desde siempre en nuestro derecho público.
En 1994, cuando se reformó la Constitución Nacional, los decretos de necesidad y urgencia fueron previstos y regulados en el texto constitucional. Y a partir de esa regulación comenzaron los abusos. Menem dictó más de 300 de estos decretos, Kirchner unos 250 (aunque en menos de la mitad del tiempo) y la ex presidenta Fernández de Kirchner cerca de 80. El presidente Macri, contrariamente a lo que se supone y afirma, ha dictado sólo 5 decretos de necesidad y urgencia. Y lo ha hecho durante el receso del Congreso y para resolver situaciones que reclamaban soluciones urgentes.
Por ende, hasta aquí y más allá de las preferencias, no es posible formular objeción legal o constitucional alguna al actual presidente de la Nación en lo que a este tema se refiere.
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