A partir de hoy voy a presidir la Comisión de disciplina y acusación del Consejo de la Magistratura.
Me encuentro muy entusiasmado de sumar esta responsabilidad para llevar a la práctica lo que venimos defendiendo y proponiendo hace años: un Consejo despolitizado, balanceado e independiente que sirva para mejorar el Poder Judicial y devolverle la independencia, la tranquilidad y el prestigio que perdió durante los últimos años, y que es lo que la sociedad reclama.
La Comisión de Disciplina y acusación tiene como objetivo proponer al plenario del Consejo de la Magistratura sanciones disciplinarias a los magistrados por cuestiones vinculadas a la eficaz prestación del servicio de justicia. También eleva al Plenario los dictámenes de remoción y suspensión de jueces.
Está integrada por nueve miembros: un representante de los abogados de la matrícula federal, dos senadores, dos diputados, dos jueces, el representante del ámbito académico y científico, y el representante del Poder Ejecutivo.
Confío en que será un año de fructífero trabajo.
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