Estimados amigos,
Concluyó la presidencia de Mauricio Macri tras cuatro años de gestión transparente, realista y responsable, en la cual se afrontaron los problemas de la Argentina con honestidad, diciendo la verdad y sin relato. Los resultados en materia económica no fueron los deseados y los resultados de las reformas no llegaron a tiempo, claro está. Sin embargo, se construyeron los cimientos para el crecimiento. Se ordenó la economía, que hoy está mejor preparada para crecer. Con respecto a la gestión anterior, se equilibraron las cuentas públicas, se revirtió la balanza comercial y dejamos el doble de reservas en el Banco Central. Los impuestos bajaron, aunque siguen altos. El gasto público, que se había duplicado en la última década, disminuyó. Se tomaron medidas con vistas al desarrollo. La apertura inteligente al mundo permitió recuperar el respeto hacia la Argentina, abrir nuevos mercados, la firma de acuerdos comerciales relevantes y el consecuente aumento en las exportaciones. Se puso en marcha un plan de infraestructura, sin sobreprecios, en el cual obra que empezaba, se terminaba. Se recuperaron los trenes de carga, luego de años de abandono. Se realizaron autopistas, rutas, puentes, aeropuertos, cloacas y obras hídricas para evitar inundaciones con resultados históricos. Recuperamos la energía. Lejos de la deplorable situación del 2015, hoy aumentó la producción de gas, se triplicó la de gas no convencional, y se duplicaron las exportaciones. Ya no tenemos déficit comercial de energía. Aumentó considerablemente la capacidad de generación eléctrica y de energías renovables. La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado fue inédita. Hubo récord de incautación de droga y recuperación de autopartes. Bajaron los homicidios, los secuestros, la violencia de las fuerzas de seguridad y la violencia en el fútbol. Dimos un salto en lo que respecta a la calidad democrática. Mejoró el funcionamiento del estado y de las empresas públicas, se designaron funcionarios por concurso y se modernizó el estado. Vivimos en plena vigencia de la libertad de prensa y de expresión, sin el uso de la publicidad oficial como premio o castigo a los periodistas por sus opiniones, sin cadenas nacionales abusivas y con conferencias de prensa como nunca antes. El presupuesto en publicidad oficial disminuyó un 70%. La justicia es hoy más rápida, transparente y cercana a la gente, con juicios civiles que pasaron de durar 5 años a algo más de un año, gracias a la progresiva implantación de la oralidad, sumado a la implementación del nuevo código procesal penal. Mejoró la calidad de enseñanza, se amplió la cobertura a niños vulnerables y adultos mayores, los programas sociales se llevaron adelante sin clientelismo. Disminuyeron la mortalidad infantil y los embarazos no deseados en adolescentes. Las jubilaciones salen más rápido, se pagan las sentencias de la justicia y los jubilados cobran lo que les corresponde gracias a la reparación histórica. En el Congreso, en cuatro años, logramos trabajar con los diferentes bloques políticos para aprobar leyes relevantes en materia social, institucional y económica tales como: la Ley de Integración Socio-Urbana, el Código Procesal Penal, la Ley del Arrepentido, el Consenso Fiscal, la Reparación Histórica para Jubilados y Pensionados, la Ley de Reparación Económica para Niñas, Niños y Adolescentes (Ley Brisa), la Ley de Acceso a la Información Pública, la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Ley Justina), la Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos, la Ley de Promoción de la Economía del Conocimiento, la Ley PyME, la Ley de Responsabilidad Penal para las Personas Jurídicas, la Reforma Tributaria, la Ley de Promoción de la Economía del Conocimiento, la Ley de Financiamiento Productivo, y la Ley para capacitar sobre violencia de género en los tres poderes del Estado (Ley Micaela), entre otras. Desde el Consejo de la Magistratura se realizaron necesarias auditorías a la justicia federal penal, en el fuero laboral, por casos de narcotráfico y sobornos trasnacionales. Además, logramos un récord de ternas remitidas al Poder Ejecutivo para la designación de jueces, y una intensa actividad en la Comisión de Disciplina y Acusación. Lamento que la difícil situación económica que deja el gobierno haya opacado estos evidentes avances. Finalmente, aprovecho este espacio para agradecer a todos los vecinos de la ciudad que confiaron en nosotros y nos permitieron hacer una elección histórica. Y gracias a todos los argentinos que apoyaron nuestro proyecto desde cada rincón del país. En estas elecciones he renovado mi banca en la Cámara de Diputados para el periodo 2019-2023. Nos toca ahora ejercer con responsabilidad un nuevo rol en el Congreso. Vamos a seguir adelante defendiendo la democracia, la justicia independiente, las reglas de juego claras, la transparencia, y a sostener los valores republicanos con más fuerza que nunca. En el Consejo de la Magistratura seguiré hasta concluir mi mandato en noviembre de 2022. Además de los temas relevantes del 2019 que desarrollo a continuación, los invito a conocer más sobre mi gestión y la de mi equipo ingresando a mis redes sociales y a mi sitio en internet, canales a través de los cuales nos podemos comunicar en forma cotidiana. Les deseo unas felices fiestas junto a sus seres queridos. ¡Brindemos por los afectos, la paz, la justicia y la república! Cordialmente.
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